Leones

récord de hits y carreras con un Dalmiro Finol imparable

El libro de historia de Caracas BBC está escrito con tinta indeleble, páginas doradas que enmarcan la grandeza de una institución que se ha convertido en la mas ganadora de Venezuela. Son incontables las victorias y los momentos que se viven en cada juego disputado, es por ello que buscamos rememorar las gestas alcanzadas en durante 83 años en el béisbol profesional. Un día como hoy, 21 de enero pero de 1945, Leones estableció récord de hits y carreras con un Dalmiro Finol imparable y te lo recordamos, con una extracto de la nota publicada por El Nacional y que se inmortalizó en el libro «70 ańos de glorias, 70 juegos inolvidables».

Cervecería pulverizó a Los Sapos 23 a 2

Por Abelardo Raidi, El Nacional 21 de Enero de 1945 | Destrozando varios récords colectivos la fibrosa novena «Cervecería Caracas» logró ayer en la mañana su primer triunfo en el actual torneo de pelota grande, volviendo añicos el acoplado team Los Sapos, cuyos pitchers diestros fueron manjar delicioso para los recios fusileros de Anauco.


Para pulverizar al enemigo los «Leones» pegaron 28 hits y anotaron 23 carreras – por 2 de los «batracios» – implantando en ambos departamentos nuevo récord para el baseball venezolano. Otra marca lograda fue la de encender cohetes en cada uno de los nueve episodios en que machacaron con su ofensiva de ritmo brutal. La anotación debe indicar, ante todo, la total ausencia de emoción en el partido. Lo que no quita al hecho innegable de que la cientela no pareció desilusionada, pues aspiraba – y lo logró – ver a los criollos estableciendo y batiendo marcas deportivas. En este aspecto, el juego llenó su cometido cabalmente.

Récord individual


Aparte esa hazaña colectiva, la poderosa muchachada cervecera vio a uno de los suyos posesionarse de un par de records individuales. Fue el fornido «recién casado» Dalmiro Finol, quien pegó seis hits en seis turnos – entre ellos dos jonrones y un doblete – y además fletó ocho bombachos a la base madre, para llevar a los records dos hermosas proezas beisboleras.

En la fotografía: Dalmiro Finol.

No hubo pitchers


Realmente los «Leones» no respetaron serpentineros. Ya se sabe que la debilidad de esa gente son los pitchers siniestros, y los «batracios» infortunadamente no han podido contar aún con el zurdo Castro, el dominicano que posee el santo y seña de los players nativos. Así, defendiéndose únicamente con hurlers derechos, los «marrones» del Capitolio se vieron ferozmente atacados, sin piedad, por los incontenibles azulejos del mánager Casanova.

Fue, ciertamente, una carnicería. Ante la cual se estrellaron los mejores esfuerzos del team debutante, uno de cuyos hombres -Bragañita- perdió el control y abandonó a sus compañeros cuando eran más crudas sus vicisitudes. El incongruente acto del dominicano se produjo a raiz de divergencias con el mánager Luis «El Barbero» Baroni, en relación con el cambio de lanzadores. Y lo cierto era que Baroni no podía hacer otra cosa de lo que humanamente hizo. Con el agravante de que el último es evidentemente el director, y Bragañita parte de la maquinaria al cuidado del primero.

En la fotografía: Luis Romero Petit

Los Sapos iniciaron la batalla con Juan Tremaria. Ya en el quinto habia recibido once hits que produjeron seis carreras. Canónico se hizo cargo del puesto iniciando el sexto y tras haber aceptado cinco hits en fila con adición de tres carreras, hubo de volar también. Le sustituyó el «cubanito» Rodríguez, que también necesito primeros auxilios de Guillermito Rodriguez. Finalmente el «Chino» Canónico tuvo que retornar para apagar el fuego en el acto postrero. Los ganadores, por su parte, usaron con buen éxito al zurdo Fernández y al «Cambao» González, no estando su triunfo bajo amenaza enemiga en ningún momento.

Misceláneas


Los Sapos ligaron sus dos carreras en el acto de abrir, con hits de Báez, Braganita y Cherito Diaz. Luego, naiboa. El mocho Osorio, atacando, fue el único que mostró las uñas. Los lupulosos empataron el match en el segundo, con doblete de Redondo y el primer cuadrangular de Finol. En el tercer acto ya tomaron la delantera para no soltarla más, con un par de hits de Romero y Vento.

Hits de Fernández y Finol, en el cuarto, provocaron la cuarta anotación. Un par más se logró en el quinto con hits de Machado, Briñez, Finol y Fonseca, y error de Ascanio.

En el sexto, Romero, Machado, Briñez, Vento y Benítez ligaron hits en sucesión sobre los lanzamientos blandos del catedrático Canónico. Salió de la cueva «cubanito» Rodríguez y Fernández le devolvió la bola con rolata de frente, que capturó Rodríguez, lanzando tardíamente a Canónico, quien dejó con vida a Benítez al caérsele la bola.

En la fotografía: Guillermo Vento


Finol fletó dos uniformes con doblete, y Fonseca y Olivares siguieron la rochela con single y doblete respectivamente. En ese inning se golpearon ocho hits y se pintaron ocho carreras. Cuatro más llevaron los «leones» al hogar, en el séptimo, con sencillos de Vento y Fernández y nuevo «barrebases» de Finol.


Cerrando, Cervecería ligó cinco anotaciones más, con sencillos de Machado, Benítez, Finol y González, y doblete limpia-cojines de Olivares. Todos los «cerveceros» que tuvieron oportunidad de tomar turno al bate ligaron hits en este partido de desigual carreraje, pero que pareció complacer a los resignados ante el cúmulo de records capitalizados en forma impresionante por un puñado de atletas nativos.

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