Carta al fanático caraquista por Iván Medina

Por Prensa Leones del Caracas / Iván Medina
Publicado el 31/05/2017

En el marco de los 75 años de Caracas BBC invitamos a reconocidos periodistas deportivos del país a escribir artículos para conmemorar el mes aniversario de la franquicia. A lo largo del mes de mayo podremos leer desde su perspectiva y algunos a través de anécdotas, lo que es Caracas para ellos y para el país. El último en el orden al bate es Iván Medina:

 

Venezuela es un país de béisbol, ¿Hay alguna duda al respecto?

En nuestra región respiramos esta pasión de norte a sur y de este a oeste, y justamente en el epicentro del territorio está la capital, Caracas, este hermoso valle, que sirve de sede de una historia que llega a 75 años.

Caracas Baseball Club, nace en medio del majestuoso escenario, que además tiene a un Ávila señorial, y que con tantos motivos de grandeza a su alrededor, no podía dejar de ser un equipo común y corriente.

Desde 1952 han sido los Leones del Caracas, los herederos de una tradición cervecera, que además han contado con un testigo único, de hazañas, anécdotas, mitos y triunfos, como el estadio Universitario, sinónimo de béisbol en el país.

Y como béisbol y Venezuela, son una sola cosa, muchos dirán que nuestro béisbol no existe sin la fiesta de nuestra pelota, un Caracas-Magallanes, visto desde cualquier ángulo, en el terreno, en la calle, en el bar, en la sala de nuestras casas. Es allí, donde se recrea esa pasión, de una rivalidad que va más allá del simple resultado de un juego, porque ganar y perder en béisbol, es el pan nuestro de cada día, pero los fanáticos caraquistas aún no han aprendido a perder, y menos contra su eterno rival.

Muchos me odiarán al momento de leer esto, pero es una realidad, porque estos setenta y cinco años, solamente se han malcriado a unos aficionados, que han sido partícipes de ese señorío de la capital, del llamado equipo de las “Caras Bonitas” en los inicios de su leyenda, de esa majestuosidad del Ávila al momento de visitar la cueva de los Leones, el estadio de la UCV, de esa celebración de 20 títulos de la franquicia, y que como a nadie le gusta perder, todos los aficionados de los Leones, siguen día a día con un único propósito, ganar.

“A los caraquistas se nos señala de engreídos, echones, arrogantes, petulantes, inmodestos, ególatras, altivos, presumidos, altaneros, alabanciosos, encopetados, soberbios, jactanciosos, presuntuosos, orgullosos, narcisos, ostentosos, vanidosos, hinchados, estirados, insoportables, chocantes, insufribles, pesados, antipáticos, odiosos, inaguantables y aún más…” (*). Así escribió Mary Montes en su libro “Crónicas Caraquistas” en 2014, de cómo son vistos los aficionados de los Leones, pero realmente considero que son malcriados, como literalmente expresa el significado de la palabra, porque solamente la historia los ha enseñado a ganar.

Crecí entre fanáticos, como mi padre, que cada vez que iba al estadio tenía que comprar su pequeño radio de bolsillo, porque el día anterior, había destrozado el viejo, al tirarlo contra una pared de la rabia por una mala jugada o una derrota. También fui fanático y sufrí los sinsabores de los malos momentos, y no podía aceptarlos.

Pero en mi transitar por la tercera parte y un poco más de la historia del equipo, han sido esos fanáticos, la savia de mi crecimiento como comunicador social, carrera que he realizado dentro del béisbol, solamente por el amor a este deporte. Han pasado muchos jugadores, muchos técnicos, de los cuales también se acumulan aprendizajes, pero sin ustedes, los fanáticos, mi desarrollo seria incompleto.

Tener que criticar y aceptar las derrotas, analizarlas, y además convencerlos a ustedes, que de cada una de ellas también se aprende, ha sido mi mejor escuela. Ustedes con su duda diaria, con su pregunta incisiva al momento de bajar las escaleras del palco de prensa del Universitario al terminar los comentarios de cualquier transmisión de radio o televisión, han sido un cúmulo de conocimientos, que juntos me han permitido poder estar juntos a ustedes por tanto tiempo.

Que difícil fue para mí, tener que digerir una jugada, evaluar una estrategia y además expresarla, cuando son ustedes los que más conocen este juego, los mal llamados manager de tribuna, porque cada lanzamiento del pitcher, tiene significado, tiene un objetivo y ustedes, muy conocedores de este deporte, porque lo llevan en la sangre, porque lo han heredado al nacer en esta tierra, no podían ser engañados por un  análisis de cada situación de juego, que no hubiese ocurrido en el terreno.

El paso de los años, me ha permitido conocer a fondo a esos exigentes fanáticos caraquistas,  si exigentes, porque cualquiera puede expresar con mucha propiedad, lo ocurrido en un juego de pelota, y no permitirían nunca, que alguien como ustedes los seduzca con algo distinto a la realidad.

Hoy mi eterno agradecimiento a todos los caraquistas, que me han permitido ser uno más de ellos, y seguir alimentando mi amor por esta pasión llamada béisbol.

Solo me queda decirles, algo que aprendí junto a ustedes: El béisbol es como la vida. Siempre tienes una nueva oportunidad para hacerlo mejor.

 

Iván Medina

@IvanMedinaM

 

(*) Crónicas Fanáticas

Mari Montes

Editorial: Los libros de El Nacional [2014]

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